Conservación

El Espacio Natural Protegido del Brugent es el hábitat de especies con alto interés natural, piezas clave en el ecosistema fluvial y en el ecosistema de bosque de ribera. Algunas de ellas se encuentran en peligro de extinción, como por ejemplo la nutria (Lutra lutra), el barbo de montaña (Barbus meridionalis), la anguila europea (Anguilla anguilla) o el cangrejo de patas blancas (Austropotamobius pallipes).

Este proyecto de gestión buscar mitigar los impactos generados por los humanos en estos espacios para preservar sus valores naturales. Los impactos más destacables son la sobrefrecuentación de las pozas y la introducción de especies exóticas e invasoras como la falsa acacia (Robinia pseudoacacia) o la caña americana (Arundo donax).

Transparencia

La regulación del acceso al espacio natural se hace mediante la venta de tickets. El número de personas que pueden acceder al espacio diariamente recibe el nombre de capacidad de carga. Este número se determina teniendo en cuenta factores ecológicos, económicos y sociales.

Los fondos recaudados de la venda de tickets van íntegramente destinados a dos acciones. La primera, cubrir el coste de informadores ambientales y de guardas rurales encargados de ofrecer información a los visitantes y de hacer efectivas la regulaciones de acceso y la normativa de uso del Espacio Natural del Brugent. El otro propósito de los fondos recaudados es realizar acciones de mantenimiento, limpieza y conservación de este Espacio Natural Protegido.

Participación ciudadana

Para conseguir que la gestión del espacio sea sostenible a escala social, se llevan a cabo acciones de participación ciudadana. Estas acciones consisten en pedir la opinion y escuchar las propuestas de los vecinos y de otros agentes relacionados con el Espacio Natural del Brugent. En último término, se quiere mejorar la calidad de vida de los residentes de la zona, que se han visto afectados por la afluencia masiva de los visitantes de las pozas. 

El buena marcha del proceso participativo con los vecinos y los agentes de la zona y la bajada de la afluencia en las pozas avalan el éxito de este tipo de gestión innovadora en Cataluña.

Por otro lado, se quiere implicar en el proceso participativo a la ciudadania que visita los espacios, con el fins de involucrarla en la conservación de estos espacios fluviales y promover las buenas  prácticas en las visitas de espacios naturales protegidos.

Custodia

La custodia fluvial pretende responsabilizar a los usuarios y a los propietarios vinculados a una zona húmeda, así cómo a las administraciones competentes, con el objetivo de favorecer la conservación del espacio, la mejora de la biodiversidad y un mejor estado ecológico.

En el caso del río Brugent, las competencias era difusas y los intrumentos para gestionar el impacto ambiental eran escasos. A pesar de todo, gracias a la acción del Ayuntamiento de las Planes d'Hostoles, en colaboración con la Fundación Emys, en marzo de 2018 se inició un proceso de regulación de los usos y accesos del Espacio Natural Protegido. 

El Ayuntamiento de Sant Feliu de Pallerols se sumó a la iniciativa el año 2020 para conseguir una gestión integral de toda la cuenca del Brugent. El proceso ha culminado este año 2021 con la firma de un convenio con la Agencia Catalana del Agua para la custodia fluvial del río Brugent.